La llegada de la primavera es temporada de alertas frente a la enfermedad transmitida por alimentos contaminados y aquella que transmite el Aedes Aegypti con su picadura. Conocé las principales recomendaciones.
La llegada de la primavera es temporada de alertas, alertas que si bien conocemos, conviene repetirlos todos los años: uno de ellos en prevención del síndrome urémico hemolítico, una enfermedad crónica que deja secuelas y también puede ser mortal, el otro alerta tal vez anticipado este año por la aparición temprana del dengue, un mes antes de lo habitual, que ya registró algunos casos en la misma ciudad de Buenos Aires.
Según las estadísticas de salud, Argentina es el país que registra más casos de síndrome urémico hemolítico en niños menores de cinco años, entre 300-400 casos por año.
Un síndrome que, en muchos casos, se desarrolla como una enfermedad leve, una gastroenterocolitis con no más de unas pocas diarreas, pero en el 30% de los casos suele dejar complicaciones severas, renales y neurológicas, y es causa de muerte en el 2% de los niños infectados.
La enfermedad es provocada por las toxinas de la bacteria Escherichia coli que, por lo general, es transmitida por la manipulación de alimentos en mal estado y la ingestión de carne picada mal cocida, hamburguesas caseras o compradas, deliveries de dudosa calidad, pero también puede ser por verduras y frutas mal lavadas, leches no pasteurizadas o que no cuidaron la cadena de frío.
Si bien las autoridades de salud encaran medidas de vigilancia, no está demás que nosotros nos ocupemos de las medidas de prevención que, las autoridades sanitarias recomiendan en estos casos:
-Grandes y chicos debemos lavarnos las manos con agua tibia y jabón antes de comer, después de ir al baño y antes de manipular los alimentos.
-En la cocina, es recomendable separar siempre las carnes crudas de los alimentos cocidos o listos para consumir.
-También usar recipientes y utensilios diferentes, fuentes, cuchillos y tablas para cortar, para manipular alimentos los crudos y alimentos cocidos.
-Cocinar completamente las carnes y las comidas que lleven carne picada o trozada en su interior, hasta que no queden partes rojas o rosadas y así asegurar la eliminación de la bacteria causante de la enfermedad.
-Al descongelamos los alimentos, cuidar hacerlo en una bandeja en la heladera, en el microondas, o cocinarlos directamente, pero nunca dejarlos sobre la mesada de la cocina,
-También debemos lavar bien las frutas y verduras bajo chorro de agua potable y sólo utilizar agua potable para beber, cocinar y lavar.
-Y si no contamos con agua potable, debemos potabilizarla hirviéndola durante 5 minutos o agregándole 2 gotas de lavandina por litro y dejándola reposar media hora antes de su uso.
Como en todos los casos, la prevención es muy importante; una buena cocción mata a las bacterias y sin bacterias no hay enfermedad.
El otro alerta que debe preocuparnos y también reclama cuidadosas medidas de prevención es el dengue que, con el zika y la fiebre chikungunya, son tres enfermedades virales transmitidas por la picadura del mosquito Aedes aegypti, cuyos ejemplares adultos y autóctonos se anticiparon este año, asociados con un invierno cálido, según dicen los entendidos el más cálido de la historia de la ciudad de Buenos Aires, convocándonos a alertar a la población a cuidar si hay mosquitos en sus viviendas y lugares de trabajo y poner atención en las medidas de prevención.
En las áreas urbanas… los lugares más expuestos son los vehículos abandonados, los obradores, barriles y maquinarias, los tanques y cisternas, las cubiertas abandonadas, los basurales a cielo abierto y también los floreros de los cementerios.
Mientras tanto en nuestras casas, los lugares preferidos son las macetas, floreros, bebederos de animales, tanques, canaletas, toldos y también recipientes fuera de uso abandonados en los jardines.
En el ciclo vital del mosquito, las hembras ponen los huevos durante el invierno; estos huevos pueden quedar pegados en las paredes de los recipientes y otros objetos expuestos, que comúnmente llamamos criaderos, hasta que llegada la primavera los huevos se vuelven adultos. Este año, como ya dijimos, el calor se adelantó y los mosquitos adultos aparecieron a fines de julio y las primeras semanas del mes de agosto.
Reconocidos los riesgos de las picaduras y disponiendo recién de la primer vacuna contra el dengue que comenzó a distribuirse en países que el dengue es endémico, las principales medidas de prevención consisten en eliminar los criaderos de los mosquitos y protegernos de las eventuales picaduras.
Sabiendo que los mosquitos se reproducen en cualquier envase que contenga agua estancada, debemos mantener nuestros patios y jardines limpios y desmalezados, tapando cualquier depósito de agua que tengamos y colocando boca abajo o tapando los recipientes que pudieran juntar agua, cambiando seguido el agua de los floreros y bebederos de nuestras mascotas, por lo menos cada tres días, manteniendo limpios los desagües y, si disponemos de piletas, manteniéndolas limpias, cloradas o vacías fuera de temporada. También tratemos de no tirar basuras en la calle o en los baldíos, colaborando de ese modo con las tareas de higienización a cargo de servicio público.
Y respecto a nuestro cuidado personal y familiar contra las picaduras, es recomendable reforzar la limpieza en nuestra casa, las escuelas y los lugares donde se concentra público, colocar tejidos en las puertas y las ventanas para protegernos de la invasión de los mosquitos, usar vaporizadores en el interior, usar camisetas de manga larga y pantalones largos siempre que estemos al aire libre y aplicarnos repelentes sobre la piel expuesta a las picaduras, salvo el caso de los bebés menores de 2 meses en quienes no está recomendado su uso.
Recordemos que el dengue, la chicunguya y el zika sin mosquitos no existen y entre todos podemos eliminarlos.
Por el Dr. Ludovico Juan Baláz
Médico y periodista
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