Año nuevo, vida nueva

Claves para un estilo de vida saludable. Nuevos planes y estrategias para corregir aquellos hábitos y actitudes que el año pasado sólo nos trajeron problemas.  

vida saludable

Por Juan Baláz

Al comienzo de cada año y despidiendo al “año viejo”, desde niños escuchamos decir a nuestros mayores y seguimos repitiendo el conocido dicho de “Año Nuevo… Vida Nueva”, marcando un punto de inflexión, cuando analizamos aquello que dejamos atrás en función de un año mejor programando nuevos planes y  estrategias para corregir aquellos hábitos y actitudes que, el año pasado, sólo sirvieron para crearnos problemas.

Para lograr con éxito las nuevas metas que nos hemos propuesto es importante, ante todo, gozar de una buena salud, proponernos un estilo de vida saludable y feliz para garantizar una vida sana para nosotros y quienes nos rodean.

Tabaco y alcohol

Si somos concientes que el hábito de fumar perjudica a nuestra salud aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares y pulmonares, pues bien, dejemos de fumar.

Si el exceso de bebidas alcohólicas nos puede ocasionar graves enfermedades, disminuyamos el consumo de alcohol para mejorar nuestras condiciones físicas y sentirnos más activos y motivados.

 

Sobrepeso

Si sabemos que el sobrepeso puede afectar nuestra salud física y mental, tratemos de mantener un peso saludable comiendo sanamente y practicando ejercicios físicos regulares, que no sólo nos van a ayudar a lograr un buen peso corporal, también servirán para controlar los niveles del azúcar y el colesterol en nuestra sangre, reduciendo el riesgo de diabetes e infartos, activando el funcionamiento de nuestros músculos y articulaciones, y mejorando también nuestra autoestima.

Examen clínico

Y si para mantenernos saludables y descartar los problemas de salud es recomendable someternos a un examen clínico, a estudios de laboratorio y cumplir con los programas de vacunación, entonces respondamos acudiendo periódica y regularmente a la consulta con nuestro médico de familia, porque muchas enfermedades cardiovasculares, neurológicas y también distintos cánceres son posibles de prevenir y de curar si son diagnosticados y tratados a tiempo.

 

Estrés

Pero además, en los tiempos de crisis como los que estamos viviendo, existen otros factores de riesgo que no los deseamos ni los buscamos, que ocurren sin saber por qué y nos impactan a diario comprometiendo nuestra armonía personal y familiar, también laboral y social.Nos referimos al estrés.
Pareciera que el estrés es un mal de nuestros días y eso no es cierto; el estrés es una reacción normal de nuestro organismo, una reacción necesaria y no hay vida sin estrés. Así lo confirma el Dr. Daniel López Rosetti, un destacado médico especialista y también columnista de esta página, cuando afirma que el único lugar sin estrés se encuentra en la paz de los cementerios.

El estrés acompaña a los humanos desde hace millones de años, parece ser algo dañino y no es precisamente así; el estrés es una reacción psicofísica que presentamos frente a una amenaza, una reacción que trata de controlar adecuadamente esa situación buscando inhibir la amenaza que provocó la reacción del estrés.
El nivel del estrés, dice el especialista, depende de la capacidad individual de cada persona; los niveles normales de estrés son saludables y necesarios para vivir adecuadamente, a ese estrés lo llamamos bueno. Como contrapunto, si los niveles del estrés son elevados y dañinos para el cuerpo y la mente, al estrés lo llamamos malo; entonces hablamos de una persona estresada, o una persona nos dice estar estresada, cuando lo que está queriendo decir es que presenta un nivel exagerado de estrés.
Debemos reconocer cuándo nos sentimos estresados para elegir el método más adecuado para manejar el estrés.

No siempre es posible de lograr y, entonces, la primer opción es cambiar la forma para reaccionar frente al estrés, proponiéndonos los futuros cambios como un reto positivo y no como amenazas: guardando una dieta equilibrada, durmiendo regularmente, participando en actividades físicas y sociales, resolviendo los eventuales conflictos con otras personas, hablando con amigos y profesionales en los cuales podemos confiar.

Y, si a pesar de estos y otros cambios, no logramos el alivio y deseamos recibir más ayuda para tratar y aliviar los síntomas del estrés, pidamos consejos a nuestro médico de familia que, una vez descartados otros trastornos, sin duda nos brindará la ayuda para lograr el alivio necesario y disfrutar una mejor calidad de vida.

Es sano saber que así como existen los factores críticos para motivar el estrés, también disponemos de factores protectores o «bienhechores» que ayudan a nuestra capacidad de reaccionar, de adaptarnos y recuperarnos.
Mirando a nuestro futuro personal, familiar y social, no debemos bajar los brazos sino, por el contrario, debemos promover nuestra creatividad y nuestra autoestima en función de las nuevas y buenas oportunidades que nos merecemos.

Por eso, nuestro compromiso es muy grande; en deuda con el pasado, con las enseñanzas que recibimos de nuestros padres y maestros, y frente a nuestras adversidades, debemos crecer en la esperanza creando todas las situaciones anímicas que sean necesarias para seguir felizmente adelante.

 

Dr. Ludovico Juan Baláz
Dr. Ludovico Juan Baláz
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