Se realiza todos los días, de 8 a 10, en el parque recreativo Paseo de los Inmigrantes (Piedrabuena y El Indio, Villa Adelina).
Todas las mañanas, de 8 a 10, el parque recreativo Paseo de los Inmigrantes (Piedrabuena y El Indio, Villa Adelina) se convierte en un gimnasio a cielo abierto. Allí, personas de todas las edades participan de las clases de gimnasia gratuitas que ofrece el Municipio de San Isidro.
Es un mañana nublada a punto de llover.“Pero ni los días feos frenan a los vecinos que asisten a las clases de gimnasia al aire libre”, aseguró el director general de Deportes, José María Goyanes. Y sostuvo que el éxito de la convocatoria tiene que ver no sólo con que el servicio es gratuito, sino con que hay profesores de Educación Física altamente calificados que puso el Municipio.
“Se genera un clima excelente entre los profes y la gente en un espacio custodiado, donde los vecinos mueven sus músculos con música y liberan tensiones. El objetivo es fomentar la actividad física para una mejor calidad de vida”, expresó Goyanes.
Viviana Mehamed cuenta que, antes de abrir su veterinaria, asiste a las clases de gimnasia “para empezar el día con todas las pilas”.
“La gimnasia que nos dan es muy completa y encima la propuesta es gratuita, imposible no venir”, acotó Viviana Garili que vive cerca de la plaza.
Con 63 años, Susana Budiño, no se pierde ninguna clase. “Esta gimnasia te rejuvenece. Si venís con mala onda de tu casa te la sacás enseguida. Es muy divertido el ambiente”, aseveró.
Susana Albonico, de 51 años, contó que está desocupada, por lo que rescató que la propuesta sea gratuita. “Es una ayuda importante para los que no tenemos trabajo. Se arman buenos grupos en los que uno entabla lazos de amistad”.
Andrea García, profesora de Educación Física, señaló: “Lo que brindamos es una actividad aeróbica para todas las edades”
Con música de fondo, recostadas en el pasto, las vecinas trabajan sus glúteos, abdominales y piernas. No sólo es para mujeres, los lunes, miércoles y viernes van hombres y practican Crossfitt, que es un entrenamiento funcional del cuerpo que incluye saltos y trabajos de resistencia.
“Algunos vecinos que se engancharon con estas clases nos cuentan que la estructura de un gimnasio cerrado los aburre. Prefieren estar en contacto con la naturaleza mientras realizan actividad física”, remató García, mientras se despide de sus alumnas.
