Fernando Tejo: “En Vicente López hace un mes hay una baja en los casos diarios de Covid-19”

El secretario de Salud y Desarrollo Humano del Municipio de Vicente López pasó por Noticias de Salud Radio. Nos contó cómo impactó la pandemia en este distrito y la importancia de la campaña de vacunación en edad escolar que lleva adelante el Municipio.

-¿Cómo les fue con la campaña de vacunación en edad escolar?
-Nos fue muy bien. Vacunamos entre 70 y 80 chicos y chicas por día en esta campaña que estamos haciendo en conjunto con los centros de salud del Municipio, la Cruz Roja y el Rotary. Por la pandemia los padres no estaban llevando a vacunar a sus hijos y era un tema que nos preocupaba, porque se había caído la cobertura de vacunación. Vamos a continuar con la campaña en establecimientos escolares, en principio, hasta las dos primeras semanas de diciembre.

-¿La pesadilla de la pandemia está llegando a su fin? ¿Te imaginas organizando una campaña de vacunación en enero?
-La pandemia no llegó a su fin. Por lo tanto, no hay que olvidar las principales medidas de protección: uso de tapabocas, distanciamiento social y lavado de manos. En cuanto a la vacuna contra la Covid-19 podemos ser optimistas, porque hay muchas desarrollándose, algunas con una efectividad importante. Pero creo que no hay que ser tan optimistas en los plazos y esperar un poco, no creo que lleguemos a enero con una vacuna. Algunos laboratorios están hablando de marzo o abril, me parece una fecha más probable que enero.

-¿Cómo te imaginas la logística de una campaña de vacunación contra la Covid-19?
-Estamos capacitando nuestro recurso humano que no está capacitado en vacunación para poder tener más recurso disponible a la hora de implementar una logística. Además, estamos buscando establecimientos como colegios, clubes, sociedades de fomento y todos los espacios que podamos llegar a utilizar para que la logística tenga un abanico amplio. La idea es vacunar la mayor cantidad de gente posible en el menor tiempo posible. Inicialmente, hay que tener en cuenta que los primeros que se van a vacunar son los grupos llamados esenciales o de riesgo: personal de salud, seguridad, docente, mayores de 60, aquellos pacientes cuya patología disminuye sus defensas inmunidad. Va a quedar una gran cantidad de sin vacuna y eso se ira vacunando durante el año a medida que lleguen el resto de las vacunas que el gobierno nacional compró o reservó.

El Dr. Fernando Tejo y el intendente de Vicente López, Jorge Macri.

-¿Cómo está hoy el sistema de salud del Municipio de Vicente López?
-Hace un mes venimos con una tendencia a la baja en cuanto a casos diarios. Ayer (25 de noviembre) habíamos llegado alrededor de 8.700 casos acumulados desde el 6 de marzo cuando fue el primer caso. Actualmente, tenemos internados en el hospital 24 pacientes: cinco en terapia, dos con respirador y el resto en terapia pero sin respirador. No tenemos pacientes en los centros de aislamiento, seguimos haciendo los seguimientos telefónicos de los contactos estrechos o aquellos casos leves que puedan estar en su domicilio. Estamos con una curva en disminución y con la expectativa de lo que pueda pasar, teniendo en cuenta lo que pasó en Europa y Estados Unidos con el tema de las segundas olas. Si uno se deja llevar por lo que pasó en Europa nosotros tendríamos que pensar en una segunda ola para comienzos del otoño, fines de febrero o principios de marzo.

-Hay indicadores (R0) que calculan el promedio de personas que se contagian a partir de una persona infectada. Si ese número está debajo de 1 se estarían curando más personas de las que se enferman. ¿Cuál es el R0 de Vicente López?
-Actualmente es 0.80.

-¿Fue muy largo el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio?
-Creo que fue necesaria la primer parte de la cuarentena, es decir, los primeros 30 o 45 días. Pero luego tendrían que haber empezado gradualmente con las aperturas y trabajar mucho en la comunicación para que la gente no se relaje. Está demostrado científicamente que hay menos posibilidad de contagio al aire libre, mientras se mantenga la distancia y el uso del tapaboca. En cambio, las actividades en un lugar cerrado sin distancia ni ventilación las chances de contagio crecen. Entonces, con protocolos en aperturas graduales, el impacto sanitario no se hubiera alterado y quizás la economía no hubiera recibido el impacto que recibió. La cuarentena fue demasiado extensa y deberíamos haber aplicado gradualmente aperturas con los protocolos correspondientes.

-¿Cómo trabajaron el tema de la salud mental en este contexto de pandemia?
-Desde el inicio de la pandemia trabajamos tanto en el personal nuestro como en los pacientes y sus familiares. En este contexto, creamos el programa “Primeros Auxilios Psicológicos”, teniendo en cuenta que estamos ante una enfermedad nueva y la incertidumbre lleva al temor, al miedo y eso genera un estrés adicional. Tememos una
central telefónica que funciona en el instituto Marini diariamente de 8:00 a 18:00; además de una guardia pasiva (sábado y domingo) en la misma franja horaria para que la gente se pueda comunicar telefónicamente y, eventualmente, a través de una video llamada contactarse con nuestros profesionales de salud mental. Este programa nos ha dado muy buenos resultados en nuestro personal, pacientes y sus familiares.

-¿Cuál fue el momento más duro de la pandemia en Vicente López? ¿En algún momento el sistema de salud estuvo a punto de colapsar?
-Tuvimos momentos muy duros en la segunda quincena de junio y todo julio más los primeros días de agosto. Teníamos un número de casos diarios importante, pero además la población afectada, en todos los casos, requerían hospitalización en el hospital. Eran mayores de 60 o 65 años o más jóvenes, pero tenían comorbilidades y otras patologías previas que le generaba una mayor complicación de la enfermedad. No llegamos a estar al rojo en cuanto a ocupación (de camas), pero sí tuvimos momentos críticos en todo ese periodo mencionado.

-Hablemos de reaperturas, ¿qué falta?
-En salud está todo funcionando con una nueva normalidad, todo lo que está fuera del área sanitaria se fue abriendo progresivamente en forma gradual y con protocolos. Lo único que queda es la educación pública, los privados empezaron por lo menos una vez a la semana con presencia de niños y niñas en años que egresan. Así que, lo único que queda hoy es la vuelta de la educación pública.

Sigue la campaña de vacunación gratuita en edad escolar.

-¿Los encuentros sociales cerrados es lo que dispara los casos de coronavirus?
-Es complicado manejar ese tema. Por eso, es muy importante la comunicación reforzando que hoy la vacuna que tenemos es el tapabocas, la distancia social y el lavado de manos. Si dejamos eso de lado, nos confiamos y creemos que todo pasó y muchas personas se reúnen en un espacio reducido sin ventilación el potencial de infección es mucho mayor. En cambio, la posibilidad de contagio es menor si esa misma reunión la hacemos al aire libre en un espacio bien ventilado, tomando una distancia prudencial de metro y medio o dos metros entre personas; todos con tapabocas solo quitándoselo al momento de comer o tomar algo.

-¿Notas un relajamiento por parte de la sociedad?
-Cuando uno va por la calle o ve imágenes en los medios da la sensación de que algunos sectores se relajaron y es lo que le ha pasado a muchos países de Europa que han tenido una segunda ola por esa relajación de la población. Insisto, hay que reforzar la comunicación y necesitamos un gran compromiso social. Cado uno tiene que cuidarse por el bien de todos.

-¿Hay algo para rescatar de esta pandemia?
-En lo profesional estos momentos difíciles dejan mucha enseñanza. Me tocó estar en la función pública en la pandemia de la gripe en 2009, pero nada tiene que ver con esto. En aquel momento tuvimos rápidamente un medicamento y tratamiento efectivo y vacuna al año siguiente. Esto fue totalmente distinto e impactó en la sociedad de manera diferente, porque desde lo anímico nos vimos muy afectados. El factor aislamiento ha sido una medida muy fuerte, la gente no entendía que el familiar internado tenía que estar aislado sin contacto con el resto de la familia. Fueron momentos difíciles. Como aprendizaje a futuro hay herramientas que han surgido desde lo tecnológico que nos van a permitir poder mejorar la calidad de atención sin la necesidad de que el paciente esté permanente en nuestros sectores.

-De todas las vacunas en desarrollo, ¿cuál sería la más esperanzadora?
-La única información que tenemos es que hay que prepararse en cuanto a la logística, tener lista a la población que se va a vacunar (poblaciones de riesgo). Con respecto al tiempo en que llegaría la vacuna y qué vacuna no hay ningún tipo de información. Hay que tener las publicaciones serias, científicas y académicas que respalden a esa efectividad. No hay que quedarse solo en publicaciones periodísticas, la vacuna debe pasar los organismos de control correspondientes hasta ser aprobada. Entre algunas de las vacunas que el gobierno nacional dice haber comprado o adquirido está la de Pfizer o AstraZeneca. Por un tema de producción, la primera prioriza la población de Estados Unidos y la segunda a la comunidad de Inglaterra; entonces acá podría llegar para marzo o abril. Hasta que no tengamos la vacuna hay que seguir usando tapabocas, lavarse las manos y respetar la distancia social.

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