La médica especialista en Nutrición e investigadora científica dialogó con Leo Pagliaro sobre la microbiota digestiva, ese universo de microorganismos (bacterias, hongos, virus, parásitos) con funciones claves en la digestión de alimentos, el sistema inmune; y la salud cognitiva y emocional. Además, nos contó cuáles son los principales suplementos que pueden mejorar nuestra calidad de vida. ¡Escuchá la nota!
En la antigua Grecia, Hipócrates –padre de la medicina actual– inmortalizó frases como “Que la comida sea tu alimento y el alimento tu medicina” o “Toda enfermedad comienza en el intestino (nuestro segundo cerebro)”. En sintonía, la Dra. Elena Pastor Manfredi (MN 163.753) sostuvo: “Esas palabras son claves para entender la importancia de la nutrición en la comida. Sin embargo, en la Facultad de Medicina no se enseña nada de nutrición”.
“Nuestro intestino está poblado de microorganismos (bacterias, virus, hongos, parásitos, entre otros) y son quienes deciden qué alimento se absorbe y qué no se absorbe. Por eso, es tan importante lo que comemos”, explicó la médica UBA, especialista en Nutrición e investigadora científica.
“Llamamos microbioma al universo de los microorganismos que conviven con nosotros. Hay buenos y malos (que pueden enfermarnos)”, indicó la Directora del Posgrado en Nutrición y Microbiota de la UBA.
Y ejemplificó: “En el sobrepeso hay más microorganismos patógenos que benéficos. Esto altera el microbioma intestinal, se genera una mala absorción, provocando inflamación y un metabolismo malo”.
En tal sentido –amplió la médica– “cuando se habla se sanar la microbiota, en otras palabras, es que alimentos estoy consumiendo. Si evitamos los procesados y ultraprocesados del súper que vienen con azúcar simple, por ejemplo, estaríamos sanando la microbiota intestinal”.
-¿Es necesario suplementar o todos los nutrientes están ciertos alimentos?
-Con mis pacientes suelo suplementar bastante, porque considero que resulta difícil llegar a ciertos micronutrientes. Los suplementos son moléculas muy pequeñas que los alimentos tienen en muy poca proporción. Por ejemplo, en el caso del omega-3, cuánta cantidad de pescado habría que consumir y qué pasa con el tema de la contaminación. Por supuesto, hay que consultar con un especialista idóneo Hay que consultar qué suplemento es el indicado para cada uno; porque hoy en día como son de venta libre vas a la farmacia y te encontrás con un montón de promociones 2 x 1 como enganche, pero quizás los comprás por la publicidad, pero no te aportan nada.
-¿Cuáles son los beneficios de suplementar?
– Sucede algo muchas veces difícil de entender, porque el beneficio que generan estos micronutrientes que son los suplementos es invisible. En el caso del resveratrol que es un polifenol, molécula antioxidante que está en algunos alimentos la cantidad es mínima, en ese caso habría que suplementar. Pero como no es un fármaco que te baja la presión o un producto que te mejora la piel la gente suele abandonarlo. Lo cierto es que está comprobado científicamente la mejora que hay en el metabolismo con ciertos suplementos.
-¿Qué está pasando con las frutas y verduras? ¿Ya no aportan los nutrientes como antes?
-Claramente el trigo que consumían nuestros abuelos no son los de ahora, por eso hay tanta intolerancia. Escuchás pacientes que te dicen consumo harina y me cae mal. Hoy el trigo que se cultiva está modificado genéticamente. Hace muchos años tenía siete cromosomas en su composición; hoy tiene 40. O sea, la industria lo modificó ese trigo. Cuando vemos una manzana roja, divina, perfecta está tuneada, tiene colorantes por fuera, agroquímicos, pesticidas, algo que se demostró en muchos estudios de investigación. No digo que todas las frutas y verduras puedan llegar a estar contaminadas, pero todo cambió. Recomendaría las frutas y verduras orgánicas, pero lamentablemente es un aliemnto caro que sale el triple. Entonces, si a nuestra alimentación le sumás procesados seguramente se va a alterar la barrera intestinal, transformando una eubiosis intestinal en una disbiosis intestinal. Por esta razón, tal como decía Hipócrates todas las enfermedades comienzan en el intestino. Si nosotros consumimos comida chatarra vamos a alterar esa barrera y estamos abriendo las puertas para que ingrese cualquier cosa y enfermarnos.

“Creo que es fundamental el acompañamiento psicológico en quienes están buscando un cambio en su estilo de vida. No es solo mejorar la barrera intestinal con alimentación saludable, sino trabajar en tener una mente sana; entendiendo la importancia entre la conexión cerebro-intestino; ya que todo lo que pasa en el intestino impacta en la mente y al revés”, enfatizó la Dra. Elena Pastor Manfredi.
Y remató: “Qué comemos, la contención psicológica de la mano de un profesional de la salud, y la actividad física son las herramientas principales para mejorar nuestra calidad de vida en todos los niveles”.
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