En diálogo con Noticias de Salud, el Dr. Santiago Ayala Torales, Subjefe de la Terapia Intensiva Pediátrica del Hospital Materno Infantil revivió cómo ambas instituciones salvaron la vida de una bebé de siete meses que requería de una derivación interhospitalaria de alta complejidad.
“Segundo a segundo el corazón de la bebé se iba deteriorando y la única chance de vida era conectarla a un aparato de oxigenación como terapia de rescate que reemplaza temporalmente la función del corazón y los pulmones”, contó el Dr. Santiago Ayala Torales, Subjefe de la Terapia Intensiva Pediátrica del Hospital Municipal Materno Infantil de San Isidro. Así comenzó la mañana del feriado del 8 de diciembre de 2025 en este hospital que marcó un hito en la salud pública local y demostró la importancia de fortalecer la red de derivaciones y la capacidad de respuesta ante emergencias de alta complejidad.
Por una falla cardiaca severa la paciente de siete meses necesitaba una derivación interhospitalaria de San Isidro al Garrahan. Así se puso en marcha uno de los procedimientos más complejos en medicina crítica pediátrica que es el sistema ECMO (Oxigenación por Membrana Extracorpórea). La articulación exitosa entre ambas instituciones refleja la importancia de contar con una red de salud sólida.
“Ese corazón no daba para más y ya no era trasladable. Entonces, desde el Garrahan nos dijeron vamos a hacer algo que no es habitual: vamos a ir a buscarla. Y ahí empieza esta historia que involucró a más de 30 profesionales de la salud”, recordó el médico pediatra y especialista en terapia intensiva pediátrica.
“En un momento dado cuando la beba se estabilizó y bajaron las tensiones. Me quedé observando la situación desde lejos y fue realmente emocionante. Veía la cantidad de gente y pensaba lo maravilloso que es la medicina, los avances tecnológicos y el recurso humano para salvar una vida”, señaló Santiago Ayala Torales en diálogo con Noticias de Salud Radio.
La patrulla municipal de San Isidro y la Policía de la Ciudad fueron claves para facilitar el tránsito seguro de la ambulancia de San Isidro al Garrahan.

“Desde la señora de limpieza que tenía el rol de mantener el pasillo liberado del hospital hasta el cardiocirujano que con esas manos maravillosas hizo algo impresionante en tan poco tiempo mientras reanimábamos a esa bebé. Todos estaban despojados de ego. Había muchas ganas de que eso funcionara, de salvar a esa bebé”, recordó el especialista.

“Esto es histórico para nuestro hospital y para la medicina. Es un ejemplo de como uno debe trabajar en forma coordinada. La verdad es que la gente del Garrahan es de otro planeta, la vocación de trabajo que tienen y cómo usan la tecnología para salvar vidas es admirable”, señaló el pediatra.
Y destacó el rol del personal de enfermería en este operativo exitoso entre San Isidro y el Garrahan: “Son héroes sin capa. Son el alma de un hospital, un pilar fundamental de cualquier servicio de salud que implique cuidados e internación. A veces no se los reconoce y los médicos suelen ser las caras visibles, pero sin ellos la medicina no tendría alma”.

Actualmente, la beba sigue internada en la UCI 35 Cardiovascular del Hospital Garrahan, conectada al sistema ECMO y se encuentra más estable.




