Especialistas del Servicio de Medicina del Estrés del Hospital Central aconsejan cómo manejar esta emoción que genera cada vez más situaciones de furia y violencia.
«La ira es una emoción básica, presente en cada uno de nosotros. Con esta herramienta buscamos comprender el funcionamiento de la ira en el ser humano. Conocer un poco más sobre esta emoción nos ayudará a transformar la reacción de ira impulsiva en una respuesta eficiente y sana, y disminuir de esta forma los efectos nocivos asociados al estrés», explicó el Dr. Daniel López Rosetti, Jefe del Servicio de Medicina del Estrés con sede en el Hospital Central de San Isidro.
En tal sentido, cómo aprender a menjear la ira será uno de los temas del taller Programa de Manejo del Estrés (PROMES). “Hoy tenemos una reacción de ira por una pavada, por alguien que nos roza o en el tránsito y reaccionamos con la misma violencia mental y física que hace millones de años cuando corría peligro nuestra vida”, dimensionó el médico, quien sostuvo que la ira es un emergente del síndrome del estrés.
“Como la emoción es más fuerte que la razón, debemos prepararnos mentalmente cuando llega la ira. Y lo primero que hay que hacer es diferir en el tiempo. Porque está comprobado que cualquier persona que reacciona con violencia a la media hora o al día siguiente se arrepiente”, expresó el especialista en estrés.
A modo de ejercicio, en el PROMES reparten unas ingeniosas cápsulas contra este mal, cuyos envases tienen números como 10, 100 o 1.000. “Es hasta dónde hay que contar según el grado de furia para manejar la ira y no reaccionar mal. Aunque parezca sencillo es una forma muy efectiva”, aseguró el Dr. López Rosetti.
Hay otras herramientas contra la ira. Para conocerlas más sobre el tema los vecinos y vecinas pueden acercarse al PROMES, un espacio gratuito para aprender técnicas para combatir el estrés que sale a la luz cuando las sobrecargas psicológicas y físicas superan la capacidad de resistencia emocional.
Más información: https://serviciodemedicinadelestres.com.ar/
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