En el marco del Día Mundial de esta enfermedad inflamatoria crónica autoinmune, especialistas aseguran que aquel paciente que se involucra activamente en su tratamiento logra mejores resultados. El lema de este año “Está en tus manos, tomá acción” busca empoderar a las personas a tomar medidas activas para mejorar su calidad de vida y subraya la importancia del diagnóstico precoz y del tratamiento adecuado.

“La consulta temprana es fundamental: si el paciente llega a tiempo, podemos frenar el avance de la enfermedad y mejorar su pronóstico de manera significativa. Muchas veces los pacientes naturalizan el dolor o lo confunden con reuma o artrosis, y eso retrasa la atención. Ante rigidez matinal que dura más de una hora, dolor persistente en manos y pies o hinchazón en las articulaciones, no hay que esperar, hay que consultar de inmediato”, destacó el Dr. Gustavo Citera, Jefe de la Sección Reumatología Instituto de Rehabilitación Psicofísica (MN 67607).
La Artritis Reumatoidea (AR) es una enfermedad inflamatoria crónica autoinmune de causa aún desconocida que afecta principalmente las articulaciones, aunque también puede comprometer otros órganos. Si no se trata a tiempo, puede provocar destrucción articular, discapacidad física y deterioro en la calidad de vida.
A diferencia de la artrosis, que no es inflamatoria ni autoinmune, la AR requiere un abordaje especializado. No es una enfermedad hereditaria aunque los antecedentes familiares y factores como el tabaquismo o la mala salud bucal pueden aumentar el riesgo de desarrollarla.
Afecta con mayor frecuencia a mujeres de entre 20 y 50 años, aunque también puede presentarse en hombres y niños. Sus síntomas suelen comenzar de manera progresiva con dolor, rigidez matinal prolongada, hinchazón articular, fatiga y debilidad generalizada.
«El avance de la terapéutica ha evidenciado durante los últimos años que permite alcanzar altas tasas de remisión, las cuales pueden superar el 60% si la enfermedad se trata de manera temprana. Esto se traduce en la desaparición de los síntomas y los signos durante un tiempo prolongado», destacaron los especialistas.
Acerca del diagnóstico de la artritis reumatoidea explicaron que se realiza a través del examen clínico del reumatólogo, quien confirma la presencia de la enfermedad con el apoyo de estudios de sangre, radiología y/o ecografía. «Por eso es importante el diagnóstico temprano ya que permite iniciar el tratamiento a tiempo y detener tanto la inflamación como el daño articular, mejorando significativamente el pronóstico del paciente».

Además de la Artritis Reumatoidea, los especialistas recuerdan la importancia de reconocer la Artritis Psoriásica, que combina inflamación articular con lesiones en la piel asociadas a la psoriasis. Esta patología también requiere diagnóstico oportuno y abordaje integral, dado que puede provocar discapacidad si no se trata a tiempo.
“La artritis psoriásica a menudo es subdiagnosticada porque sus síntomas se confunden con otras enfermedades articulares o cutáneas. Esto puede retrasar la llegada al reumatólogo, lo que genera daño articular irreversible y pérdida de funcionalidad. Es clave que, tanto los médicos generalistas como los propios pacientes, estén atentos a los signos de alarma: dolor e inflamación en las articulaciones sumados a lesiones de psoriasis en la piel. Cuanto antes se llega al especialista, mejores son los resultados y evitamos la discapacidad”, señaló el Dr. Gustavo Rodríguez Gil (MN: 99074), Jefe de la Unidad de Reumatología del Hospital Municipal “Dr. Leónidas Lucero” de la ciudad de Bahía Blanca y vicepresidente de la Sociedad Argentina de Reumatología.
Actualmente, el abordaje de la AR y la artritis psoriásica incluye: Descanso adecuado y ejercicios de kinesiología; Tratamientos sintomáticos (antiinflamatorios y corticoides en bajas dosis); Tratamientos modificadores de la enfermedad, que actúan sobre la inflamación y el daño articular; Terapias biológicas, que en los últimos años han significado un gran avance para pacientes que no responden a los tratamientos habituales. Estos medicamentos solo pueden ser indicados por un reumatólogo, quien define el esquema adecuado para cada paciente.
“Hoy disponemos de tratamientos innovadores y muy eficaces, pero su éxito depende de un enfoque integral y un diagnóstico temprano. No se trata solo de la medicación, sino también de adoptar hábitos saludables: dejar el cigarrillo, mantener una correcta higiene bucal, ejercitarse de forma regular y cumplir con los controles médicos. Cuando logramos que el paciente se sienta parte activa de su propio cuidado, la enfermedad deja de ser una barrera y la calidad de vida mejora de manera sustancial”, enfatizó el Dr. Rodríguez Gil
“El lema de este año, ‘Está en tus manos, toma acción’, refleja lo que vemos todos los días en la práctica médica: el paciente que se involucra activamente en su tratamiento, que cumple con los controles y que se informa adecuadamente, logra mejores resultados. La artritis reumatoidea no significa dejar de lado la vida social, laboral o familiar; con el tratamiento adecuado, los pacientes pueden llevar adelante sus proyectos con plenitud”, cerró el Dr. Citera.

Vivir con artritis reumatoidea
A Mariana Cambiasso le diagnosticaron artritis reumatoidea hace 33 años. Pasó por 13 cirugías y encontró en el stand up la manera de canalizar el dolor. Siente que la risa es sanadora y la usa no sólo para correrse del dolor sino para alentar a quienes padecen de la misma discapacidad física a darse cuenta de que hay otra salida.
«Vivir con artritis reumatoidea es convivir con una enfermedad crónica que desgasta mucho más de lo que se ve. No solo es el cuerpo: también es la cabeza. Si no estás bien emocional y mentalmente, te venís abajo enseguida. Hoy el dolor en las articulaciones puede aliviarse gracias a las medicaciones nuevas, pero la carga emocional sigue ahí», contó Mariana Cambiasso, fundadora y presidente de la Asociación Civil Argentina de Personas con Enfermedades Reumáticas (ACAPER).
Y agregó: «Yo no puedo flexionar los codos, mi rodilla derecha no pasa los 90 grados, me cuesta subir a un colectivo, tengo la cadera reemplazada, las muñecas operadas… Muchas veces tuve que pasar por el quirófano. Y en medio de todo eso sentí que la terapia había cumplido un ciclo en mi vida. Como siempre fui histriónica, decidí hacer un curso de stand up y empecé a escribir material sobre la artritis. Le puse humor a la enfermedad».
Cambiasso contó que hace unos años empezó con stand up sin tener mucha idea de qué se trataba, pero le parecía una disciplina súper interesante. «A diferencia de otras ramas de la comedia, en el stand up tenés que ser autorreferencial, hablar de algo que te pase para que sea creíble. Así arranqué, y desde entonces transformé mi dolor en humor. Luego sentí que tenía un propósito de vida muy fuerte: ayudar al otro; y ahí nació ACAPER (Asociación Civil Argentina de Personas con Enfermedades Reumáticas), que en sólo un año de vida cuenta con 200 socios. La comunidad que se creó se identifica con todos los valores que trasmito, ¡es gente muy activa! Tenemos presencia en todo el país», contó.
«Parece que la enfermedad tiene que ser muy evidente para que los demás la respeten. Si me ven bien, no creen que tengo una discapacidad. Hago gimnasia para fortalecer la masa muscular, adquirí hábitos saludables y logré entrar en remisión hace 13 años. La remisión es posible: no es un milagro, es la suma de la adherencia al tratamiento, y la firme decisión de que sos mucho más que un diagnóstico. Todo esto implica un esfuerzo enorme y un desgaste que desde afuera no se ve», expresó la presidenta de ACAPER.
Y concluyó: «La familia o el círculo íntimo pueden llegar a entenderlo, aunque no siempre del todo. Sólo alguien que pasó por lo mismo, que estuvo en un posoperatorio o atravesó una cirugía, sabe realmente lo que significa”.
Instagram: @acaper.ar