El 25 de agosto se conmemora el Día Mundial del Cuidado de la Piel, una fecha que busca recordar la importancia de la prevención, la detección temprana y el tratamiento de los problemas cutáneos, incluyendo el cáncer de piel. La piel es el órgano más extenso del cuerpo y, muchas veces, el más olvidado.

Por Dra. María Fernanda Lasa (MN 82066) Dermatóloga y Speaker de mesoestetic®
El 25 de agosto se conmemora el Día Mundial del Cuidado de la Piel, una fecha que busca recordar la importancia de la prevención, la detección temprana y el tratamiento de los problemas cutáneos, incluyendo el cáncer de piel. La piel es el órgano más extenso del cuerpo y, muchas veces, el más olvidado.
¿Por qué es tan importante cuidar la piel?
La piel cumple funciones vitales para nuestro bienestar:
Función protectora: actúa como una barrera frente a la radiación solar, infecciones y daños físicos.
Regulación de la temperatura corporal: ayuda a mantener un equilibrio interno adecuado.
Función sensorial: nos permite percibir el tacto, el dolor y la temperatura.
Función de comunicación: refleja el estado de salud general y, en muchos casos, también expresa emociones.
Lo que la piel va perdiendo con los años
Con el paso del tiempo, la piel pierde elasticidad, firmeza e hidratación, aparecen arrugas, manchas y mayor sensibilidad a la radiación solar. Estos cambios son naturales, pero se pueden prevenir o retrasar con buenos hábitos de cuidado.
Enfermedades y alteraciones frecuentes
Existen múltiples afecciones que pueden comprometer la salud cutánea. Algunas son pasajeras y leves, pero otras requieren atención médica inmediata.
Sarpullidos o dermatitis: inflamaciones de la piel acompañadas de picazón. Pueden ser de dos tipos:
Dermatitis de contacto alérgica: reacción del sistema inmunitario a sustancias aparentemente inofensivas, como cosméticos, fragancias o metales en joyas.
Dermatitis de contacto irritante: ocurre cuando sustancias químicas (limpiadores, pesticidas, productos de limpieza) dañan la piel.
Otras causas de erupciones: eczema, psoriasis, infecciones (varicela, herpes zóster, sarampión), picaduras de insectos y factores ambientales como el frío, el calor o la humedad.
Dato clave: en Argentina, una de las principales dificultades es la falta de educación sobre protección solar. A diferencia de España, donde se ha avanzado en campañas preventivas, aún queda camino por recorrer en la concientización sobre el uso diario de protector solar, incluso en días nublados.
El impacto de las redes sociales
Las redes sociales se han convertido en una fuente de información —y también de desinformación— sobre el cuidado de la piel. Si bien ayudan a visibilizar rutinas y productos, muchas veces promueven hábitos poco saludables o mitos sin respaldo médico. Por eso, es importante apoyarse en fuentes confiables y en la orientación de profesionales de la salud.
Recomendaciones según la edad
El cuidado de la piel debe adaptarse a cada etapa de la vida:
Infancia y adolescencia: uso de protector solar, evitar la exposición prolongada al sol y tratar a tiempo el acné.
Adultos jóvenes: mantener la hidratación, controlar el estrés y cuidar la piel de la contaminación.
Adultez: prevención de manchas y arrugas, controles anuales en dermatología.
Mayores: hidratación intensiva, uso constante de protector solar y vigilancia de lesiones o cambios en lunares.
Consejos diarios para una piel saludable
Hidratación: beber suficiente agua y usar cremas humectantes adecuadas al tipo de piel.
Protección solar: aplicar protector FPS 30 o superior todos los días, incluso en invierno o bajo techo con luz artificial.
Limpieza: mantener una rutina de higiene suave, evitando productos agresivos.
Alimentación: preferir una dieta rica en frutas, verduras y antioxidantes.
Descanso: dormir bien ayuda a la regeneración celular.
No fumar: el tabaco acelera el envejecimiento y daña la piel.
Autoexamen y consulta médica
Revisar la piel regularmente: prestar atención a cualquier mancha, lunar o lesión que cambie de forma, tamaño o color.
Consultar al dermatólogo: realizar controles anuales o antes si se detecta alguna alteración.
No automedicarse: ante sarpullidos, picazón o irritación, lo mejor es acudir a un especialista.
Cuidar la piel no es solo una cuestión estética, sino una forma de proteger la salud en general. En este Día Mundial del Cuidado de la Piel, el llamado es a educarnos, prevenir y consultar a tiempo, para que nuestra piel cumpla plenamente con sus funciones y podamos disfrutar de una vida más sana y equilibrada.
Productos recomendados:
Proteoglycans Ampoules: nutrición y firmeza para la piel
Las nuevas Proteoglycans Ampoules ofrecen un tratamiento intensivo diseñado para devolver a la piel su vitalidad y luminosidad. Gracias a una fórmula única que combina proteoglicanos, vitamina C y vitamina F, estas ampollas actúan en profundidad, proporcionando hidratación intensa, firmeza y elasticidad.
Su acción nutritiva, reafirmante y reparadora las convierte en una solución eficaz para prevenir la aparición de arrugas y combatir los signos del fotoenvejecimiento, dejando la piel visiblemente más tersa y radiante.
Recomendadas para pieles normales a secas y maduras, las ampollas pueden aplicarse una vez al día, sobre rostro, cuello y escote, ya sea por la mañana o por la noche, como tratamiento puntual o de mantenimiento.
La presentación incluye 10 ampollas de 2 ml, pensadas para incorporar fácilmente a la rutina de cuidado diario.
Mesoprotech Sun Protective Stick 100
Protección y reparación en un solo gesto
El Mesoprotech Sun Protective Stick 100 SPF 50+ es un stick fotoprotector con acción reparadora, diseñado especialmente para las zonas más sensibles de la piel como el contorno de ojos, labios, cicatrices y manchas.
Su fórmula combina Collagen pro-47, Mesoprotech® complex y aceite de rosa mosqueta, un activo reconocido por su capacidad de favorecer la reparación epidérmica y mejorar la elasticidad de la piel.
De textura ligera, sin residuos grasos, resistente al agua, dermatológica y oftalmológicamente testado, y libre de perfume, se convierte en un aliado práctico para el cuidado diario.
Beneficios
Protege frente a radiaciones UVB, UVA, HEV e IR
Aumenta la reparación epidérmica
Favorece la elasticidad cutánea
Ideal para llevar siempre y aplicar en cualquier momento
Modo de uso
Aplicar sobre la piel limpia y seca por la mañana, al mediodía y por la tarde. Reaplicar cada 2 horas o tras el baño, la sudoración o el uso de toalla.