Obesidad: podrían realizarse campañas educativas masivas en la escuela, medios, familia y trabajo

Cerca de 350 médicos, nutricionistas y psicólogos, entre otros profesionales de la salud, participaron de la Primera Jornada de Obesidad organizada por la Sociedad Argentina de Nutrición.

Este encuentro se realizó con el fin de abordar una problemática que actualmente afecta a un alto nivel de población en nuestro país, dado que, según la Cuarta Encuesta Nacional de Factores de Riesgo que llevó adelante este año el Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación, seis de cada 10 argentinos presentan sobrepeso y obesidad.

Mónica Katz, presidenta de la SAN y una de las oradoras, resaltó: «La obesidad es una enfermedad y para tratarla se podrían realizar campañas educativas masivas y transversales en diferentes contextos como en la escuela, la comunidad, los medios, la familia y el trabajo”. Además, sostuvo que se debería “desincentivar el consumo excesivo de alimentos que posean exceso de nutrientes críticos e incentivar los más saludables”.

“Para los humanos, la comida, además de fuente de nutrientes y calorías, representa un pretexto para socializar; un recurso identitario; un determinante de la calidad de vida; una fuente de placer; una estrategia de afrontamiento emocional; una certeza accesible; el principal comportamiento durante el tiempo de vigilia; y el rubro de gasto en el que más dinero se invierte”, explicó también la experta y recomendó no realizar dietas extremas.

Por su parte, Ana Cappelletti, endocrinóloga, sostuvo en su presentación que “la obesidad es una enfermedad crónica. Es decir que no admite tratamientos de corto plazo”; y que “no solo altera el equilibrio físico, sino también el psicosocial”.

El doctor Alberto Cormillot comentó acerca de la discriminación que padecen las personas con obesidad de la mano de algunos profesionales.«Los ven como perezosos, deshonestos e incumplidores”. Lo mismo sucede que otros les observan “más patologías, síntomas más severos, más atributos negativos y peor pronóstico”.

Cormillot remarcó que los niños con sobrepeso y/o obesidad sufren bullying en la escuela por parte de sus compañeros; y que, además, cargan con el estigma de que para algunos docentes son “desordenados, menos exitosos, muy emocionales y más propensos a tener problemas familiares”.

Por su parte, Vanesa Anger, otra de las disertantes del encuentro, explicó la conexión que hay entre el estigma y el dietismo: “Impartir dietismo es estigmatizar la obesidad. Y agregó que “no asumir que la obesidad es producto de mucho más que sólo comer mucho y moverse poco, refuerza ese estigma”.

La especialista indicó que “aquellos profesionales y no profesionales de la salud que imparten planes alimentarios para la obesidad y el sobrepeso centrados en un grupo de alimentos o en no comer, niegan la compleja etiología de la obesidad y desconocen su proceso evolutivo”.

“Negar la etiología frustra a la persona con obesidad, enlentece el diagnóstico, aumenta la epidemia, genera más enfermedad y profundiza el estigma”, cerró Anger.

Durante la jornada, también se debatió sobre la utilización de los fármacos antiobesidad, los suplementos dietarios y el ejercicio físico como parte de los tratamientos para bajar de peso. Para finalizar, se realizó una mesa sobre los 20 años de implementación de la cirugía bariátrica en nuestro país.

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